El Athanor era el antiguo crisol donde los alquimistas solían vigilar, sin descanso, la transmutación de los metales, en oro filosofal.
"Para nosotros, el teatro es aquel crisol. Los metales básicos son el material humano. El oro de la transmutación es el secreto de vida".
Considerando que la especulación intelectual constituye un obstáculo para el desarrollo de una verdadera receptividad, buscamos una forma de teatro que se dirija directamente a la sensibilidad, a la imaginación, y al sentido meditativo del individuo.
Queremos encontrar un lenguaje subconsciente en el que la palabra no tenga sino una importancia relativa; una forma de expresión dinámica, capaz de liberar las emociones e inquietudes que han sido en gran parte reprimidas dentro de nosotros por la educación, las prohibiciones y los múltiples condicionamientos que sufrimos.
Por ello, el teatro no representa para nosotros una finalidad, sino un medio para volver a descubrir al ser humano bajo cualquier aspecto de sus manifestaciones y en cualquier plano que sea.
No pretendemos proporcionar ningún mensaje ni dar ninguna respuesta, ya que no tenemos doctrina alguna ni ideología que transmitir.
Sólo deseamos ejercer una acción reveladora y "religiosa" en el sentido original y auténtico de lapalabra: el de ligar, relacionar, reunir.
El acto teatral es para nosotros una oportunidad de comunicación profunda: es la ocasión de encontrarse a sí mismo para alcanzar aquel tercer término que suprime la frontera entre el "yo" y el "otro".
Nuestra meta es artística sólo en la medida en que la vida misma es un arte.
Estamos en busca de vida e invitamos a cada uno a tomar parte en esta propuesta.
